Tus manos
Siento tus firmes manos
posarse sobre mis blancas palomas,
acariciando mi piel cual suave terciopelo
y en mi cara tu aliento que me quema,
bebiéndote con avaricia mis besos.
Tus manos siguen la senda de mi desnudo cuerpo
y desembocan en los oscuros rincones de mis deseos,
y allí, cual firmes centinelas
del mayor tesoro que poseo,
y cual ladronas de cuento,
se apoderan de mi voluntad de hierro.
¡Yacimos! yacimos durante mucho tiempo, tu has hecho que me olvide del mundo, que ya nada importe en mi pensamiento, por ti, me dejé robar hasta el último suspiro, te has convertido ya, en mi dueño.
3 comentarios:
eñdescubridor de esos virgenes parajes debe ser muy afortunado
nos leemos
Siempre las manos conducen por caminos donde la mente no logra entrar, mas las sensaciones recrean el paisaje mas hermoso, de una panoramica visión del paraiso...
softcore. es bueno en noches heladas de junio.
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